Toma el control de tus gastos

Por: Laura Suárez Samper

Si sueles caer en la tentación del despilfarro, blinda tus finanzas con un presupuesto personal o familiar. Te ayudará a mejorar notablemente tu relación con el dinero y a alcanzar tus objetivos financieros.

¿Año nuevo? ¿auto nuevo? Si tienes esta u otra meta de inversión para 2008 es el momento perfecto para que comiences a delinear un plan financiero que te permita ahorrar lo necesario en los próximos meses. Lo primero que debes hacer es elaborar un presupuesto personal o familiar para ejercer un mayor control sobre tus gastos y hacer rendir al máximo tus ingresos.

¿Qué debes tener en cuenta? "El hecho de no manejar, aunque sea de manera sencilla, un presupuesto personal es la causa principal de endeudamiento accidental por el mal uso de la tarjeta de crédito", advierte Ricardo Mayer, presidente y fundador del Instituto de Finanzas Personales (IFIP).

El primer paso es tomar un cuaderno y anotar todos tus gastos diariamente durante un mes. Eso incluye desde el pago del súper y la gasolina hasta el dinero que se da a los hijos, las propinas y la compra de dulces y revistas. Cuando te entreguen un comprobante, guárdalo; te ayudará a llevar un registro lo más fiel posible de tus egresos. Cuando sumes el total, te sorprenderás de todo lo que gastas sin planear. Este es un "gasto hormiga" que va erosionando mes a mes tus finanzas.

Luego debes sumar los gastos fijos, ya sea mensuales (como renta, teléfono, colegiaturas) o aquellos con una periodicidad trimestral, semestral o anual (como impuestos, seguros, etc.). De éstos últimos, debes calcular su cantidad mensual correspondiente.

Una vez consolidados todos tus gastos tendrás un panorama más real de cómo gastas el dinero y podrás responder preguntas cómo "¿en qué me gasté los $1,000 que tenía en la cartera por la mañana?". Tómate el tiempo de analizar tus egresos y elimina aquellos que consideres superfluos, como la suscripción a esas revistas que nunca lees y se apilan en la sala. En este punto también puedes determinar en qué rubros harás recortes de gastos para dedicar esos ahorros al pago de deudas o para ir acumulando un patrimonio.

Sobre la base de este análisis, el siguiente paso es construir un presupuesto mensual de gastos, de acuerdo a tus necesidades y prioridades. Es importante que des un seguimiento semanal a este presupuesto para asegurarte de que no te has desviado de tus objetivos. "El control consciente de nuestros gastos nos permitirá adecuar nuestro patrón de consumo y nivel de vida al nivel de in-gresos que realmente percibimos", explica Mayer.

Según los especialistas, lo más recomendable es que agrupes tus gastos de acuerdo a los siguientes rubros. Por supuesto, puedes adaptar esta lista de acuerdo a tu patrón de consumo.
Casa. Incluye el pago del alquiler o del crédito hipotecario, la cuota del mantenimiento, los gastos de teléfono, Internet, televisión por cable, electricidad, gas, agua y derecho predial, y el pago del personal que ayuda en la casa.

Familia

En este rubro se agrupan los gastos de despensa, artículos de limpieza personal y de la casa (en el supermercado o el tianguis), comidas durante horarios de trabajo o de la escuela, compras de ropa o calzado, gastos de tintorería y lavandería, etc.

Transporte

Si tienes automóvil, en este renglón incluirás los gastos de mantenimiento y repara-ción del carro, gasolina, lubricantes, verificación, tenencia, pensión, estacionamientos durante el día, seguro, etc. También los gastos de transporte público que hagan todos los miembros de la familia para trasladarse durante el mes, como taxis, metro y microbús.

Salud y cuidado personal

En este rubro debes registrar el pago del seguro de gastos médicos mayores u otros planes de salud, los honorarios de médicos y dentistas, y el pago de medicinas. También puedes incorporar los gastos del gimnasio, peluquería y salón de belleza.

Educación

Incluye gastos de inscripción, colegiaturas, uniformes y libros, así como gastos de útiles, papelería, salidas a museos, clases a domicilio, etc. Este es uno de los rubros más importantes y con mayor peso dentro del presupuesto familiar, por lo que analiza la ecuación costo-calidad a la hora de elegir el colegio o la universidad de tus hijos. Recuerda, no siempre la insti-tución más cara será la mejor.

Entretenimiento

Este es el renglón más difícil de controlar, así que deberás tener mucha disciplina para respetar los topes de gastos asignados. Aquí incluiremos los gastos en salidas a comer y cenas; boletos de cine, teatro, conciertos y de parques de diversiones; salidas a cantinas y dis-cotecas; renta y compra de videos; y organización de fiesta o reuniones. También los gastos por vacaciones, compra de libros y revistas, CDs, etc. En general, en México el monto de este rubro suele ser demasiado elevado para el ingreso de las familias. Si es tu caso, busca alternativas igualmente divertidas pero más económicas; por ejemplo, en vez de salir a comer todos los fines de semana, dos veces al mes organiza una rica comida en casa con familiares o amigos y donde todos aporten un plato o bebida.

Deudas

Corresponde a los pagos de tarjetas de crédito, préstamos personales y créditos. A la hora de comprometerte con una deuda, ten en cuenta que ésta afectará todos los aspectos financieros de tu vida. Asegúrate entonces de que tu presupuesto pueda soportarla. Si vas a solicitar un crédito, hazlo para adquirir bienes que te ayuden a consolidar un patrimonio, como un auto o una casa, pero evita endeudarte para comprar bienes de consumo o de lujo. En general, los especialistas recomiendan que la cuota de un crédito no supere del 20% al 30% de los ingresos.

Otros gastos

Se refiere a gastos en misceláneas e imprevistos que no se incluyen en otras categorías, como cuotas y donativos, regalos de cumpleaños, la compra de algún mueble o electrodoméstico para la casa, etc. Lo recomendable es que se asigne una suma fija a este rubro, para no excederte. Y claro, no tienes que gastar todos los meses el monto destinado a esta categoría; si puedes ahorrarlo, mucho mejor.

Ahorro

No olvides destinar un porcentaje de tus ingresos al ahorro, en lo posible no menos del 10 %, y considéralo como un gasto fijo en tu presupuesto. Para respetar lo asignado a este rubro y, en general, todo el presupuesto, es muy importante involucrar a la pareja o la familia en este proceso, así podrán apoyarse y controlarse entre todos.

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No te enrolles con los fondos

Por: Sofía Macias Liceaga

Escena clásica: llega el "H" asesor de fondos al cual llamaste después de haberte hecho bolas con 5 o 6 compañías, que te recomendó tu cuate o que elegiste de tin marín. El trajeado sujeto empieza a expulsar a 100/hr palabras como "renta variable", "fondo de cobertura", "interés compuesto", "rendimiento histórico", y una de dos o terminas mareado y le das la lana tras persignarte para que todo salga bien o te zambute un fondo que era como la promoción del mes y al final del año no sabes si ganaste o perdiste. Ése es el camino difícil, pero el más fácil es hacer las cosas a TU modo: díle para qué quieres el dinero y cuándo piensas utilizar cada cantidad, porque en realidad son los únicos factores que importan para decidir qué instrumentos son los adecuados para ti.

En términos generales puedes catalogar las metas o necesidades en corto, mediano y largo plazo: entre más pronto vayas a usar el dinero menos arriesgado tiene que ser en lo que lo inviertas.

Los instrumentos tienen tres variables que te deben importar:

- liquidez : cáda cuánto puedes disponer de tu dinero.

- horizonte: cuánto tiene que estar invertido para que tu dinero de lo más posible con el menor riesgo.

-rendimiento: que es cuánto dio en el pasado, que aunque no es una garantía de lo que pasará en el futuro te da una idea de qué tal es.

Digamos que tienes 10,000 pesos y que en seis meses vas a comprar un boleto de avión que cuesta 5,000 pesos, quieres dejar 3,000 para emergencias y 2,000 no los vas a usar por lo menos en los próximos 2 años. Puedes invertir en corto, mediano y largo plazo. Para los 3,000 necesitas un instrumento de liquidez diaria, y entonces lo más lógico es que te ofrezcan un fondo de deuda que da aprox 3 o 4% de rendimiento, está bien porque es más que el banco pero tampoco que tú digas WOW, pero es lo que se paga por al disponibilidad. Para los 5,000 necesitas algo seguro, del que puedas disponer en 6 meses, que puede ser un fondo de mediano plazo que de 6 por ciento. Como los 2,000 no los vas a usar ahorita puedes meterlos a un fondo de mediano a largo plazo, como uno que invierta en Bolsa, que pueden dar entre 11 y 30%, según el año. Puede sonar complicado, pero todo se reduce a tener claras las metas financieras que tienes y respetar los tiempos de inversión de cada instrumento, tú cuéntale eso a tu asesor y seguro él podrá traducirlo al fondo adecuado, en vez de perder el tiempo con tecnicismos.

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Guía rápida para administrar tus finanzas

Por: Laura Suárez Samper

¿Sientes que el dinero se te escapa de las manos? ¿Un auto o el enganche para un departamento te parecen objetivos inalcanzables? Haz de estos consejos los 10 mandamientos de tu vida financiera. Y conviértete en todo un inversionista.

"El ahorro es la base de la fortuna", dice el refrán. Pero entre muchos profesionales, sobre todo si son jóvenes y solteros, prevalece la tentación al despilfarro. Administrar tus finanzas de manera responsable no sólo tiene que ver con asegurar el futuro, sino con alcanzar objetivos a corto, mediano y largo plazo en temas tan concretos como salir de vacaciones o comprar una casa. ¿Estás decidido a cambiar tu relación con el dinero y a mejorar tu calidad de vida? Aquí van 10 consejos que te ayudarán a hacerlo. Recuerda que ¡nunca es tarde!.

1. Dedícale tiempo a tus finanzas

Existe el mito de que las personas económicamente exitosas tienen un don natural para el manejo del dinero o, simplemente, suerte. La realidad es que construir un patrimonio requiere disciplina, constancia y ante todo, que le dediques tiempo.

Comienza por leer lo más que puedas sobre el tema para entender cómo funciona el dinero. Hay libros muy buenos para inversionistas novatos, como el best-seller "Padre rico, padre pobre", de Robert Kiyosaki, o "Cómo manejar tu dinero (sin enloquecer en el intento)", de Adina Chelminsky. También hay cursos de finanzas personales dictados por instituciones educativas como el Instituto de Finanzas Personales (www.ifip.com.mx), o por programas de educación al consumidor de compañías financieras como Mastercard (www.consumointeligente.org) y Visa (www.finanzaspracticas.com).

Además, dedica por lo menos una hora por semana a revisar y analizar tus finanzas. Comienza por calcular el valor de tu patrimonio: para ello, resta al total de tus activos (aquello que posees, como dinero en efectivo, cuentas de cheques, bienes inmuebles, automóviles, muebles, etc.) todos tus pasivos (préstamos, créditos, saldos de tarjetas de crédito, etc.). Este ejercicio te ayudará a reconocer en qué posición financiera te encuentras.

2. Elimina deudas

"No hay mejor inversión que liquidar deudas", dice Roberto Bello, director de Estudios sobre Consumo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Endeudarse, significa comprometer ingresos futuros. ¿Algún ejemplo? No poder invertir el dinero para que genere intereses o aprovechar esa rebaja del 50% en la sala que necesitamos.

Aprovecha los aumentos de sueldo, bonos, aguinaldos o fondos de ahorro que recibiste a fin de año para quitarte deudas de encima. Si el nivel de tus pasivos es tal que te sientes en una situación sin salida, pide ayuda. Ponte en contacto con tus acreedores y explícales la situación, ellos serán los más interesados en encontrar la manera de que les pagues. También puedes buscar orientación con tu institución financiera, las agencias de protección al consumidor de tu estado, familiares y amigos de confianza. Es muy importante que seas muy sincero y realista con el acreedor, y contigo mismo, a la hora de fijar la suma que pagarás mensualmente. Y la próxima vez que te tiente la idea de endeudarte para comprar esa pantalla de plasma o irte de fin de semana a Acapulco, recuerda que el dinero debe trabajar para ti. Y no tú para él.

3. Arma tu presupuesto

Si eres de los que termina la quincena en rojo, algo anda mal en tu planificación. Y seguro se trata del llamado "gasto hormiga", esos despilfarros pequeños e innecesarios en los que caes, como pagar los intereses de la tarjeta de crédito o tirar la despensa que se echó a perder.

Ayúdate con un presupuesto personal. Ricardo Mayer, presidente del Instituto de Finanzas Personales (IFIP), aconseja comenzar apuntando durante un mes todos nuestros gastos. "Entre más detalles tengan, mejor podrán darse cuenta de cómo deben modificar su patrón de consumo", explica el especialista. Te sorprenderás de todo lo que gastas en cosas sin importancia.

Luego suma los gastos fijos, ya sean mensuales (renta, teléfono, colegiaturas) o aquellos con una periodicidad trimestral, semestral o anual (impuestos, seguros, etc.), de los que debes calcular su cantidad mensual correspondiente. Una vez consolidados tus gastos, analízalos y elimina aquellos que consideres superfluos.

Finalmente, haz una distribución de tu sueldo del próximo mes de acuerdo a tus prioridades. No olvides destinar un porcentaje al ahorro, en lo posible no menos del 10%. Considéralo un gasto fijo en tu presupuesto. "Es muy importante involucrar a la pareja o la familia en este proceso, para apoyarse y controlarse entre todos", dice Mayer.

4. Endéudate sólo para construir patrimonio

Endeudarse implica una gran responsabilidad, así que reflexiona mucho antes de hacerlo. Solicita un crédito para adquirir bienes como un auto o una casa ?que te ayuden a consolidar tu patrimonio?, pero evita hacerlo para comprar electrodomésticos o tomarte esas vacaciones que están lejos de tus posibilidades. Ten en cuenta que la cuota del crédito no debe superar del 20% al 30% de tus ingresos. Si no, seguro te meterás en problemas.

Los especialistas del programa Educación Financiera Banamex (www.banamex.com/esp/grupo/saber_cuenta) recomiendan meditar sobre los siguientes puntos:

- Un crédito afectará todos los aspectos financieros de tu vida. Asegúrate de que puedes pagarlo. También analiza tu forma de gastar y actitud ante los compromisos.

- Considera el costo total del crédito, incluyendo gastos de apertura, comisiones, etc., y tómalo como un costo fijo que debes incluir en tu presupuesto.

- Al recibir tus ingresos, y para evitar tentaciones, lo primero que tienes que hacer es separar la cuota del crédito que debes pagar en determinado periodo.

5. Controla tus tarjetas de crédito

Con las tarjetas de crédito, y la posibilidad de hacer pagos mínimos, la gran tentación es gastar el dinero que no se tiene. Pero por lo general se olvida que los intereses anuales de una tarjeta pueden llegar al 60%, y terminan comprometiendo meses enteros de salario.

Ante todo, una tarjeta debe ayudarte a facilitar el pago de tus gastos (en definitiva, un plástico puede financiarte sin costos hasta 45 días) y a aprovechar ofertas. Por eso la manera más inteligente de usarla es pagar el total de la deuda, algo que en México sólo hace el 30% de los tarjetahabientes. Además, ten mucho cuidado con las famosas "cuotas sin intereses", ya que si por ejemplo te embarcas en planes de 18 meses para los regalos de navidad, ¡el próximo año seguirás pagando los gastos de estas fiestas! ¿Tiene sentido? No te dejes bombardear por las ofertas de bancos e instituciones financieras y aléjate de la tentación de manejar más de dos tarjetas de crédito. Usa principalmente una para llevar un mejor control de tus gastos y aprovechar los beneficios de programas de membresía. Conserva otra para salir de imprevistos, como la pérdida, robo o clonación de tu plástico principal.

6. Asegúrate

Contra la creencia popular, un seguro es una inversión, no un gasto. Debes cuidar tu patrimonio (el automóvil, por ejemplo) contra imprevistos. Y ni hablar si se trata de la salud. Además, enfrentar una emergencia o situación catastrófica puede quebrar un patrimonio de años. ¿Sabías que una operación de urgencia de apendicitis en un hospital privado puede costar entre $ 80,000 y 150,000 pesos?.

"De hecho, se recomienda que antes de pensar en un plan de ahorro, se tenga en cuenta este respaldo para evitar desequilibrios en la economía personal o familiar", dice Pablo Rey, director de Mercadotecnia y Soporte a Ventas de MetLife.

Para entender cómo funciona un seguro, los puntos más importantes son:

- Suma asegurada. Es el total de gastos que cubrirá tu seguro.

- Cobertura. Enfermedades, tiempos de espera y hospitales incluidos en tu seguro.
- Deducible. Es un monto fijo de dinero que el asegurado debe pagar al momento de recibir cobertura por un siniestro.

- Coaseguro. Es el porcentaje del costo total del siniestro que queda a cargo del asegurado.

- Servicios asistenciales. Beneficios extra, como traslado en ambulancias y honorarios médicos a precios preferenciales.

Para adecuar el costo o prima de un seguro a tu presupuesto, "juega" con factores como la suma asegurada, el deducible y el coaseguro. No es lo mismo una suma asegurada sin límites que una de un millón de pesos. O un deducible de $4,000 que de $17,000. Analiza tu capacidad de pago y con qué respaldo cuentas en caso de un imprevisto. Y muy importante: contrata con compañías legalmente establecidas.

7. Ahorra con una meta

Ahorrar por ahorrar es muy difícil, y seguramente te desanimarás pronto. El dinero debe ser un medio para ayudarte a alcanzar un objetivo, y no un fin. "Lo más importante es tener una meta a corto plazo, alcanzable, porque nada enseña mejor que el éxito", dice Mayer, del IFIP.

Tu objetivo puede ser desde cambiar el modelo de tu auto el próximo año hasta entregar el enganche de tu departamento en tres años. Una vez establecida esa meta, y con base en tu presupuesto, debes diseñar un plan financiero para alcanzarla que incluya los siguientes puntos:

- Objetivo de la inversión (¿para qué quiero el dinero?).

- Plazo (¿en cuánto tiempo quiero reunirlo?).

- Capital inicial (¿con cuánto dinero puedo empezar?).

- Instrumentos de inversión (¿cómo voy a maximizar el rendimiento de mis ahorros?).

El broche de oro es tener la disciplina para seguir esa estrategia de inversión. Para ayudarte, hay operadoras y distribuidoras de fondos de inversión que ofrecen domiciliar tus aportaciones periódicas directamente de cuenta de cheques, como si fuera tu cuenta de teléfono o de tv por cable.

8. Pon tus ahorros a trabajar

No dejes tu dinero debajo del colchón y haz que te genere un rendimiento, aunque sea mínimo. No sólo puedes invertir en instrumentos financieros, sino también en un bien de capital para iniciar el negocio propio o hasta en ti mismo, que siempre soñaste con hacer ese diplomado en mercadotecnia para conseguir un mejor empleo.

Si ya te decidiste por un banco o una institución financiera, no te quedes en las tradicionales cuentas de inversión a plazo o los pagarés. Los fondos o sociedades de inversión pueden darte rendimientos más atractivos. Lo importante es que definas cuáles son los recursos que puedes invertir, qué metas quieres alcanzar y qué riesgos estás dispuesto a correr. Acércate a las instituciones financieras para que te ayuden a definir tu perfil de inversionista y a tomar las mejores decisiones. Mide tus riesgos y se paciente. Mucha gente espera ganancias espectaculares en el corto plazo y se desanima pronto.

9. Diversifícate

Si estás decidido a formar parte de en un fondo de inversión, lo mejor, siempre que tu capital inicial lo permita, es que lo distribuyas en dos o tres opciones distintas para así diversificar el riesgo. "Aquí hay que seguir el consejo de nuestras abuelitas: no poner todos los huevos en una misma canasta", dice Juan Carlos Pelayo, director General de Fondika, una distribuidora de fondos de inversión.

Esta diversificación debe estar directamente relacionada con tu perfil de inversionista. Es decir, con tu edad, las necesidades de liquidez, con el horizonte de inversión que te has fijado y con tu nivel de aversión al riesgo. "La selección de los fondos debe cubrir tus necesidades, y no las del intermediario", destaca Pelayo. Por ejemplo, si tu meta es entregar el enganche de una casa en cinco años, puedes destinar el 10% de tu capital a un fondo líquido, que te permita afrontar una urgencia; el 20% a un fondo de mediano plazo, que te otorgue rendimientos más interesantes; y el resto a un fondo de mayor riesgo, pero que te asegure ganancias más significativas en el largo plazo (no menos de tres años).

10. Compra divisas sólo para protegerte

Debido a décadas de devaluaciones e inestabilidad económica, muchas personas adquirieron la costumbre de ahorrar en dólares y guardarlos en casa o en la caja de seguridad del banco. Pero, en los últimos cinco años, apostar en contra del peso mexicano no ha sido una alternativa muy rentable para los pequeños y medianos inversionistas. "Una opción balanceada entre inversiones en deuda y el mercado accionario ha demostrado ser superior en rendimientos, y con un riesgo menor", explica Luis Alberto Flores, subdirector de Análisis Económico de IXE Grupo Financiero.

El panorama no será distinto durante 2008. Los analistas estiman que el próximo año el peso se depreciará alrededor de un 4% frente al dólar, mientras que frente al euro podría hacerlo entre un 6% y 7% a lo mucho. Por eso, la recomendación es que te inclines por esta opción de inversión sólo si tienes deudas o pagos programados en divisas, pero no si buscas maximizar el rendimiento de tus ahorros.

Donde sí pueden obtenerse altos rendimientos al invertir en moneda extranjera es en el llamado Mercado Internacional de Divisas o Foreign Exchange Market (Forex). Es un mercado que opera las 24 horas del día, por lo que tiene una gran liquidez y permite obtener grandes utilidades (o pérdidas) en lapsos cortos. Se trata de uno de los mercados más riesgosos y volátiles, en el que invierten inversionistas poderosos con una cartera muy diversificada, y que pueden darse el lujo de especular y perder.

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¿Qué harían si se dieran cuenta que en su relación ya no hay amor?

Por: Emprendedor Profesional

Antes de responder a la pregunta voy a hacer unos breves comentarios sobre el tema del amor en una pareja.

El amor en una relación es algo que se debe alimentar día con día, no porque hoy se sienta amor, quiere decir que mañana se va a sentir; el amor es algo así como un árbol que va creciendo, todos los días necesita de luz solar, agua y los nutrientes de la tierra, si alguno de estos elementos falta ... el árbol moriría. Lo mismo es en una relación, yo diria que hay tres elementos clave (hay más pero considero que estos son los más destacables):

- La confianza, si hay confianza te sientes comodo(a) con la otra persona y eso permite que exista un lazo entre las dos personas, por lo general cuando se cumple este tópico, esas dos personas son amigos íntimos. (Muchas personas erroneamente piensan que están enamoradas de otra persona sin ni siquiera haber llegado a crear este lazo íntimo, eso no lo considero amor, más bien es una ilusión).

- Comunicación efectiva, esto no sólo se lleva a cabo a través del habla, también se produce a través del lenguaje corporal, actitudes y acciones, por ejemplo, la forma en como se mirán, como se dan una caricia (porque hasta eso no sólo es dar una caricia y ya, es muy importante el como la das). De hecho las caricias junto con la comunicación verbal son los elementos más fuertes en la comunicación con tu pareja.

- Innovar, ¿a qué me refiero con esto?, pues bien, el ser humano por naturaleza es un ser siempre cambiante, lo que hoy te hace sentir bien y feliz al cabo de un tiempo te parecere monótono y aburrido, por lo que considero que este sería el tercer tópico necesario para que el amor perdure, cada uno de los miembros que conforman la pareja tienen que buscar como sorprender al otro de diversas y originales maneras.

Nota, no confundan la confianza con la comunicación efectiva, que si bien ambas están fuertemente ligadas, no son lo mismo ya que no es lo mismo una relación de amigos que una relación de pareja y por lo tanto la comunicación de pareja no se compara con la comunicación con un amigo. (Aunque hay personas que tienen mejor comunicación con un amigo que con su pareja, esto no debe ser así, ya que al amar a tu pareja esta se convierte en tu amigo más íntimo, puesto que el lazo que existe entre ambos es más fuerte que el de una amistad).

Este tema, es un tema bastante complejo como para lograr llegar a una respuesta perfecta, pero supongo que con lo que les he dicho de alguna forma doy un panorama bastante bueno de los puntos más importantes para que el amor en una pareja perdure.

Dicho lo anterior, lo que haría si veo que en mi relación ya no hay amor, sería ver si aun estoy interesado en mantener esa relación, en caso de que si estuviera interesado en mantenerla, buscaría junto con mi pareja cual o cuales de estos tres puntos se han descuidado hacía ambas partes para buscar una solución efectiva, en caso contrario, terminar con la relación.